Terminé mi profesión de Licenciada en Administración en el mes de Junio de 1990, para entonces me encontraba trabajando como auxiliar contable en una empresa privada, ubicada en la capital del estado donde estudié, pues mis planes eran quedarme ahí para titularme, complementar mi carrera con la de contador público y a su vez continuar trabajando.
A finales del mes de Agosto de ese mismo año, recibí la llamada telefónica de mi padre, donde me comunicaba que una amiga dejaba 24 horas en una prepa particular de mi localidad y que sabía que podría interesarme. Yo me sentía comprometida con mi pueb
lo y debía contribuir en su mejoramiento, así que decidí venirme a probar suerte como docente y hacer realidad mi sueño de infancia “ser maestra”.
Inicié en la prepa particular, donde laboré por sólo tres semanas, ya que un compañero docente que trabaja ahí y en el CBTIS 63 me comentó que había una convocatoria para Licenciados en Administración en el CBTIS; me interesó y fui a ver al director del plantel, quien me reconoció de inmediato, pues había sido mi maestro en esa misma escuela. Me sentí muy alagada al comentarme que no dudaba en que iba a ser una buena maestra al haber sido una excelente alumna. Y como escribiera León Felipe “miramos hacia atrás para ver lo que dicen nuestros pasos, pues creemos haber dejado huellas que aún no ha borrado el viento”.
Reconozco que no fue fácil incursionar en la docencia más cuando se tiene poca experiencia profesional y edad; pero gracias a las experiencias y consejos de mis compañeros (que algunos de ellos fueron mis maestros) me fui poco a poco adaptando a mi nueva misión. Siento que es mi verdadera vocación y la asumo con mucha responsabilidad, pues sé que debo contribuir con eficacia en la formación integral de jóvenes que a su vez les corresponderá participar en distintas actividades económicas encaminadas a tener un mejor país.
Siento que sí existe una estrecha relación entre mi profesión y la docencia a nivel medio superior, pues me desempeño desarrollando los módulos o submódulos del componente profesional de Técnicos en Administración; donde aplico mis conocimientos profesionales sobre mercadotecnia, compras, recursos humanos, contabilidad, finanzas, gestión administrativa, etc.
De mi rol como docente tengo muchas satisfacciones que van desde el poder compartir lo poco o mucho que he aprendido en mi vida, el solicitar mis alumnos que les continúe dando clases los siguientes semestres, el poder continuar preparándome constantemente me hace sentir más joven, el crecer de categoría docente y a su vez económica; pero la satisfacción más grande la siento cuando veo a mis ex alumnos realizados profesionalmente, ocupando altos puestos o simplemente desempeñándose con mucho profesionalismo en cargos medios; sobre todo cuando me manifiestan que se sienten agradecidos por haberlos ayudado en su formación, y es ahí donde aprovecho y les digo que continúen preparándose, que no debemos empolvarnos, que hay que ser profesionistas de vanguardia para tener mejores oportunidades y calidad de vida.
Algunos motivos de insatisfacción que tengo como docente es cuando recibo los programas y me doy cuenta de que no contamos con la infraestructura necesaria para desarrollarlos al pie de la letra, que están fuera de contexto, pues no contamos con las condiciones y facilidades que tienen los planteles de otros lugares. Por otra parte, la desmotivación y falta de interés de los alumnos por prepararse; que pese a todos los consejos, recomendaciones, compartirles experiencias, etc., ellos no cambian de actitud… ni les preocupa el México futuro que les tocará vivir.
Así mismo, reconozco que ni como persona, ni como docente somos perfectos y que debemos estar dispuestos a irnos adaptado a las nuevas necesidades y reformas; es por ello que… hay que echarle muchas ganas a nuestra misión como docentes y por que no a la de estudiantes de la especialidad, que es la que nos va a ayudar a ser mejores docentes…
Bertha Alicia Espinoza León